martes, 7 de mayo de 2013

Patience

Nada cambia de un día para otro. Toda transformación es gradual. Cada segundo que pasa mueres, y cada segundo renaces siendo alguien distinto, pero muy parecido a quien eras antes. Hacen falta unos cuantos segundos para apreciar las diferencias, y aún así cuando te des cuenta, ya ni te reconocerás en el espejo.
Todo lleva su tiempo, y es sabio armarse de paciencia. Lo malo es que a veces las cosas necesitan más de lo que tenemos, o de lo que estamos dispuestos a dar. Y de todos modos, nos adentramos en una sendera sin fin, sin saber si al final conseguiremos nuestro objetivo, o si todo el sufrimiento habrá sido en vano.
Lo verdaderamente sabio es no detenerse en el camino aunque no veamos el horizonte, y no sucumbir ante los obstáculos. Pero además de eso hay que saber hacer una parada de vez en cuando y disfrutar de la vista.
Y una pequeña señal de que alguien te espera al final también se agradece

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