martes, 7 de mayo de 2013

Patience

Nada cambia de un día para otro. Toda transformación es gradual. Cada segundo que pasa mueres, y cada segundo renaces siendo alguien distinto, pero muy parecido a quien eras antes. Hacen falta unos cuantos segundos para apreciar las diferencias, y aún así cuando te des cuenta, ya ni te reconocerás en el espejo.
Todo lleva su tiempo, y es sabio armarse de paciencia. Lo malo es que a veces las cosas necesitan más de lo que tenemos, o de lo que estamos dispuestos a dar. Y de todos modos, nos adentramos en una sendera sin fin, sin saber si al final conseguiremos nuestro objetivo, o si todo el sufrimiento habrá sido en vano.
Lo verdaderamente sabio es no detenerse en el camino aunque no veamos el horizonte, y no sucumbir ante los obstáculos. Pero además de eso hay que saber hacer una parada de vez en cuando y disfrutar de la vista.
Y una pequeña señal de que alguien te espera al final también se agradece

lunes, 22 de abril de 2013

Wake up

A lo largo de una vida, llegamos a conocer a un gran número de gente. De la mayoría nos olvidamos con el paso del tiempo, unos pocos nos acompañan durante muchos años, y existe otro grupo de gente que son "gemas ocultas", personas que podrían haber marcado una diferencia en nuestra vida si les hubiésemos prestado más atención.

Pero hay veces en las que, por alguna razón, nos fijamos de repente en alguien que puede haber estado a nuestro alrededor durante años, pero a quien no le habíamos prestado atención hasta el momento. Y nos preguntamos cómo pudimos haber estado tan ciegos. Pero, de algún modo, lo que nos parecía indiferente será desde ese momento lo que nos dejará sin morir durante 500 noches.

Ni siquiera preguntamos por qué, por qué fijarnos en ese alguien así, de repente. Tal vez sea porque hace mucho tiempo que no entra nadie nuevo en nuestras vidas, o quizás por un encuentro fortuito. Lo que está claro es que es un capricho del destino. Y una vez empezamos, ya no hay vuelta atrás

jueves, 18 de abril de 2013

Layla

Dicen que la perfección es algo que no existe. Pero resulta difícil encontrar otra palabra para describir ciertas cosas que tuve el placer conocer en esta vida. Algunas canciones que simplemente me emocionan y tienen el poder de cambiar mi estado de ánimo, algunos momentos en los que me siento completamente en paz, algún rayo de sol y, por supuesto, alguna chica...

Porque, ¿qué es la belleza si no perfección? Claro, siempre existirán los defectos. Pero en realidad sólo existen en nuestra mente. ¿Por qué fijarse en lo malo cuando tenemos algo muy bueno delante? Como seres humanos que somos, movidos por la envidia siempre buscamos algo malo que decir del vecino. Esto sólo nos lleva a hacernos daño entre nosotros y a crear rivalidades.

Yo prefiero cerrar los ojos y disfrutar de la música

lunes, 15 de abril de 2013

Snowball

Una gota fría se desliza por mi frente y recorre toda mi cara hasta desgañitarse por la barbilla. Tal vez es porque mi mente la ocupan ahora miles de pensamientos negativos. Y es que es difícil ser positivo si estás solo en tu habitación, y tu única compañía es la frágil luz que entra por la ventana. Quedándote en silencio, temiendo que ella también se marche.

¿Por qué a veces es tan difícil recordar las cosas buenas que uno tiene y darse por satisfecho con ellas? Supongo que será una suerte de instinto de supervivencia, siempre yendo a por más razones para decirle a la Muerte: Hoy no.

Pero a medida que los años pasan, aunque uno se vuelva más sabio, los errores se acumulan y es fácil caer en la tentación de lamentarse por el pasado. Y es que aunque se aprenda, no siempre se aplica la lección, y los problemas crecen como una bola de nieve precipitándose desde lo alto de una montaña.

La cuestión será, si una vez llegado el final, mis problemas me habrán aplastado, o se habrán derretido como un bloque de hielo al sol del Verano.

martes, 9 de abril de 2013

My propeller

Es difícil no caer en la tentación. Hay mil cosas en esta vida que sabemos que no deberíamos hacer, pero todos los días tenemos algún pequeño momento de rebeldía personal. Ignoramos a la voz de la razón; algunos directamente la amordazan.

Podría decir que lo peor de este asunto es cuando creamos un hábito de ello. Pero mirándolo mejor, creo que eso no es lo verdaderamente malo.
Lo que envenena nuestras vidas es el modo en que ponemos fe ciega en que si hacemos cosas buenas, todo saldrá bien. Vamos al gimnasio pensando en que así seremos más valientes con las mujeres, apagamos la televisión esperando no perder más el tiempo, y algunos adoptan a un perro para no sentirse solos.

Pero realmente todo eso es como una religión. Depositamos nuestras esperanzas en unas acciones que por sí solas no van a cambiar nada. Por mucho que nos apuntemos a clases para aprender alemán, no servirán de nada si no las utilizamos para algo productivo, de otro modo sólo serán un modo de realización personal falsa.

Así que la próxima vez que pienses que no deberías comerte esa chocolatina, o que no deberías hablarle a la persona que te gusta, deja de pensar y hazlo. Estás sufriendo por nada

jueves, 4 de abril de 2013

Things goin' on

El Universo entero es un baile. La Tierra gira alrededor del Sol, que a su vez camina lento pero seguro hacia el centro de la galaxia, mientras una inocente Luna nos vigila e ilumina, fugándose sigilosamente a iluminar a algún otro; lenta pero segura.

Todo está en movimiento, quizás por eso creo que si me quedo quieto, algo (o alguien) acabará chocando conmigo.
Como la chica en su graduación esperando a que la saquen a bailar, o el tío que se hace el interesante apoyándose en la barra de un bar.

Bien, será mejor ponerse cómodo.

martes, 2 de abril de 2013

'Hello, and good luck'

Con toda probabilidad, algún día me moriré. Nada puede cambiar eso, y no sabré qué día será el último hasta que llegue.
Para entonces será demasiado tarde. Hay mil cosas que quiero hacer en esta vida, y la mayoría de ellas cogerán polvo junto al cajón de los planes de verano.
¿Por dónde empezar? Vivo una vida demasiado buena como para merecérmela, y tampoco es que sea una gran maravilla, así que imagina cómo soy. A día de hoy no hay mucho de lo que enorgullecerse, las mejores cosas que tengo las he recibido sin ningún esfuerzo. Soy el hijo de una gran familia, y aunque mida 1'90 en muchos aspectos sigo siendo un niño.

Mi gran pecado es la pasividad. He vivido toda mi vida pensando que, de algún modo, el universo me debía éxito y felicidad, y que si simplemente dejaba los días pasar, al final tendría lo que quería.
Pero me he dado cuenta este año de que en la vida, nada te viene dado. Algún día tus padres se convertirán en ancianos y tendrás que encontrar un modo de rellenar tu plato y el suyo. De repente, temes convertirte en esa gente a la que mirabas por la calle por encima del hombro, o directamente ignorabas.

Ahora que sé de que va la cosa, trato de cambiar mi vida día a día. Pero es muy duro empezar a caminar por esta senda, llena de baches, bifurcaciones y cubierta de niebla en el horizonte.
Hay una frase que me ayuda a recordar esto: "Perder toda esperanza fue la libertad", que sale en El club de la lucha. Tal y como lo veo yo, la esperanza lo único que logra es que te quedes de brazos cruzados esperando que las cosas mejoren por sí solas, que es justo el modo de vida que tenía hasta ahora.

Así que, la gran verdad es que debes labrarte tu propio camino, y debes empezar a hacerlo ya. Algunas personas se dan cuenta de esto demasiado tarde, y se pasan la vida soñando con cómo sería todo si hubiesen actuado de forma distinta. Siguen soñando despiertos, como niños de 1'90.
Creo que lo más apropiado que podrían hacer los médicos cuando nacen los bebés es darles una palmadita y después decirles: "Hola, y buena suerte."